Que seas feliz...
es mi fervor y mi deseo
el que consuela la tristeza que sentí
cuando emprendiste tu vuelo en el silencio
sin un adiós, sin una frase, sin un fin.
Tu peripecia al corazón hizo gemir
un alarido de dolor nublo mi cielo
desesperada en registrar una razón
que esclareciera aquel… ¿Por qué?
de tu denuedo.
Día tras día rebuscaba sin progreso
no hallé evidencias que aplacaran el dolor
en el archivo conservado, con esmero
se detallaba sólo un puro y fiel amor.
Trató el reproche de quitarme la noción
y percutirte con la voz del histerismo
mas la prudencia… a mi alma... refutó
el aceptar que fue un sumario…
a lo prohibido.
Pasan los años olvidarte no he podido
fuiste la luz que mi sendero iluminó
y aquí en las aras del silencio, a Dios le pido,
que seas feliz, pues fue mi única intención…..
Para amarte…. Cómo te amé
17 de junio de 2010
Autora: Ivette M. Quiles Silva
con cariño....Campesina, Brillamor
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El que verdaderamente ama, nunca mira su provecho
(Séneca -4ac- filósofo)
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